GALLETAS DE CHOCOLATE- ADORNOS NAVIDEÑOS

Hola a tod@s!!!

Que frío hace!!! Parece que el invierno quiere hacer acto de presencia antes de tiempo. A qué viene tanta prisa? Yo desde luego no tengo ninguna. Con lo que me aborrece a mi el frío!!! Por la mañana, al despertar en mi camita...acurrucadita...calentita...esos momentos tan dulces en los que estás ya despierta y eres consciente de que tarde o temprano tendrás que levantarte (pero no lo haces)...y cuando por fin te decides y sacas un pie de la cama...Uuuuuuuyyy que frío!!! Qué mal llevo yo eso!!! Pero es lo que tiene esto de estar cerca de finalizar el año. Porque yo no se si sois conscientes, pero hace dos días era verano y en lo que canta un gallo nos plantamos en la Navidad...¡¡¡ME ENCANTA LA NAVIDAD!!! A vosotr@s? Lo único, que a veces me agobio un poco con tanta preparación. Habéis empezado ya con algo?. Yo me puse estos días con los adornos porque siempre me gustó que fueran caseros. El año pasado, sin ir más lejos, hice unos adornos muy bonitos con una masa para modelar casera; y este año los he hecho con galletas de chocolate. Qué os parecen? 

¿Os gustan? Pues son super sencillas de hacer. Si os quedáis un ratito conmigo veréis cómo se pueden hacer unas sencillas y preciosas galletas para adornar nuestro árbol.

Empezaremos por las galletas. Generalmente se hacen galletas de jengibre, canela y clavo o nuez moscada. A mi, sinceramente, no me gustan demasiado. Probablemente sea que aún no he encontrado la proporción perfecta de especias. Y os preguntareis... y qué mas da si son de adorno? Pues también es verdad; pero como yo aprovecho toda oportunidad para deleitarme con un dulce...!!! Total, que las hice de chocolate (ya sabéis que me encanta!!!)  pero, para que no quedasen muy oscuras, les he echado solo un poco.

GALLETAS DE CHOCOLATE

-INGREDIENTES:

• 100gr de azúcar blanquilla
• 200gr de mantequilla (punto pomada)
• 340gr de harina de repostería
• 20gr de cacao puro en polvo (sin azúcar)
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• 1 huevo M

-RECETA:

Ponemos la mantequilla y el azúcar en un bol y comenzamos a batir con las varillas a velocidad baja. No debemos batir en exceso, sólo hasta que el azúcar esté del todo integrado y se forme una crema.

Añadimos la vainilla y el huevo y seguimos batiendo despacio. Cuando esté toda la mezcla homogénea dejamos las varillas.

A partir de ahora vamos a trabajar con la cuchara o lengua. Tamizamos poco a poco la harina sobre la mezcla anterior y revolvemos despacio para que se vaya incorporando (si tenemos robot de cocina utilizaremos pala Ka a baja velocidad). Es probable que al final tengamos que hacerlo a mano, ya que al añadir la harina y formarse la masa, se va haciendo más difícil el manejo. Pero no pasa nada; precisamente eso es lo más divertido. Viva el pringue!!! Cuando tengamos una masa que no se pegue a las manos estará listo.

La dividimos en dos partes. Colocamos una entre dos papeles de horno y la estiramos con un rodillo hasta que tenga unos 4mm de grosor por todos los lados. La ponemos sobre una bandeja de horno e introducimos en la nevera durante 2h. Haremos lo mismo con el resto de la masa (podemos colocarla encima de la otra en la nevera).

Pasado el tiempo de reposo, sacamos una de las mitades de la masa y cortamos las galletas con el cortador de la forma elegida. Con una pajita (o similar) haremos los agujeros para poder colgarlas del árbol y volvemos a enfriar unos 15min. Introducimos en el horno precalentado a 180ºC (media altura) durante 10 min o hasta que se empiecen a dorar los bordes. 

Amasamos ligeramente el sobrante, lo estiramos con el rodillo y enfriamos de nuevo durante 30 min antes de cortar las galletas. La podremos reutilizar hasta dos veces respetando siempre los tiempos de enfriado. Mientras se nos vuelve a enfriar todo, podemos empezar con la otra mitad de la masa.

Una vez cocidas las galletas las sacamos del horno y dejamos enfriar sobre la misma bandeja durante 5min. Si intentáis moverlas antes se os romperán. Pasado ese tiempo, con una espátula las pasamos con cuidado a una rejilla para que terminen de enfriar por todos los lados.

Listas!!! Ya tenemos lo más importante. Las dejaremos enfriar bien hasta el día siguiente  antes de decorarlas pero, si tenéis mucha prisa por hacerlo el mismo día, deberéis esperar al menos 4 o 5 horas.

Ahora vamos con la decoración. Para ello vamos a utilizar Glasa Real. No os voy a engañar; explicaros todo sobre la glasa me ocuparía más de un post ya que puede tener varias texturas y existen muchas técnicas de utilización. Pero no os asustéis. Para hacer una decoración bonita no es necesario que nos compliquemos la vida; con cuatro indicaciones, y de una manera muy sencilla, lograremos unas decoraciones tan chulas como las de las fotos. No me creéis? Seguid leyendo y lo comprobareis.

GLASA REAL

-INGREDIENTES:

• 200gr de azúcar glasé (aproximado)
• 30gr de clara de huevo pasteurizada
• 4-5 gotas de vinagre blanco (manzana o vino)

-RECETA:

Tamizamos el azúcar glasé y lo batimos, junto con la clara, durante 3 min con unas varillas eléctricas a velocidad mínima. No nos interesa que entre aire (no queremos un merengue). Cuando ya casi esté añadimos el vinagre y terminamos de batir. También podemos hacerlo a mano o con la pala Ka del robot de cocina (siempre a velocidad baja). El resultado debe ser un fluido blanco, ligeramente espeso. 
Necesitamos una textura que nos sirva tanto para poner detalles como para cubrir la superficie de la galleta. Para lograrla tenemos un truco: con un cuchillo intentamos cortar la glasa del bol; se formará un surco que debe tardar en desaparecer unos 20sg (ver foto). Si tarda menos significará que está demasiado líquida, así que añadiremos azúcar glasé muy poco a poco hasta que logremos la densidad adecuada. En cambio, si tarda más tendremos que añadir agua en pequeñas cantidades (gotas). 

Ahora debemos dejar que repose durante 2h para asegurarnos que desaparecerán las posibles burbujas que se hayan formado. Para ello la guardamos en la nevera, en un recipiente cerrado herméticamente y tapada con film transparente en contacto directo con la superficie de la glasa (para que no se forme costra). Pasado ese tiempo la removeremos bien con una cuchara para que no quede ni una burbujita. 

Si queremos teñir nuestra glasa éste es el momento. En un bol ponemos la cantidad que queremos colorear y vamos añadiendo colorante comestible en gel (si es líquido variaremos las textura obtenida y ya no nos servirá). Es mejor hacerlo en pequeña cantidad ya que siempre es más fácil acentuar el color añadiendo más colorante, que intentar aclararlo cuando ya nos hemos pasado (si ocurriera esto, solo lo podéis solucionar añadiendo más glasa blanca). Aseguraos que la habéis mezclado bien con el tinte antes de añadir más. Una vez teñida, la metemos en una manga pastelera con una boquilla redonda fina (yo utilicé una Willton del nº2). Si no tenéis boquillas no importa; simplemente hacéis un pequeño corte en la punta de la manga pastelera, probáis el grosor de glasa que sale sobre una superficie y si es necesario ampliáis el corte.

Ahora ya estamos preparados para empezar a decorar. 

DECORACIÓN

Esta parte, a simple vista, puede parecer algo complicada, pero os aseguro que no lo es en absoluto. Sólo debéis leer estas indicaciones. Son muy fáciles.

1. Para manejar correctamente nuestra manga: Mi consejo es que la llenéis poco. Colocar el extremo del final (el que no tiene glasa) entre el dedo pulgar y el índice (como en la foto), y con el resto de los dedos ejerceremos una presión suave y continua empujando la glasa hacia delante. 
2. Para realizar líneas: colocar la boquilla sobre la galleta formando un ángulo de 45º con respecto a la superficie. Presionar ligeramente la manga. Cuando la glasa comience a salir, levantar la boquilla unos 5mm por encima de la galleta y, sin variar la presión, moverla haciendo la forma del dibujo deseado. Para finalizar nuestra línea, simplemente dejar de presionar y bajar la boquilla de nuevo.
3. Para rellenar una superficie: primero la delineamos con la técnica ya explicada y luego la rellenamos. Con un palillo y, realizando movimientos circulares, vamos repartiendo bien la glasa de manera que quede un grosor uniforme en toda la galleta. También aprovechamos para pinchar las burbujas que aparezcan.
4. Para dibujar algún detalle sobre una superficie de glasa, primero debemos esperar que seque la anterior, si no se fundirán en una misma capa. Si vamos a alternar colores es mejor esperar a que seque uno antes de aplicar el otro (como en la foto: primero rellenamos todos los huecos blancos y, cuando seque, rellenaremos los de otro color).

Veis!!! Lo prometido es deuda. Con cuatro indicaciones ya podemos decorar unas galletas. 

Antes de que seque nuestra glasa podemos finalizar la decoración añadiendo perlitas de azúcar o cualquier detalle que se os ocurra. Esperaremos hasta el día siguiente para decorar nuestro árbol (deben estar bien secas). Introducimos en los agujeros la cinta que más nos guste (con cuidado!!! No olvidéis que son galletas y se pueden romper) y...éste es el resultado!!! Unos estupendos adornos de navidad con sabor a chocolate!!!

RECOMENDACIONES:

• La mantequilla a punto pomada sólo se consigue teniéndola a temperatura ambiente durante un mínimo de 2-3h (dependiendo de la temperatura de vuestra cocina). Nunca intentéis ahorrar tiempo metiéndola en el microondas o arrimándola a fuentes de calor; si se derrite ya no nos valdrá. Es mejor que pongáis en un plato la cantidad deseada y la partáis en trozos pequeños para atemperarla más rápido.
• Para conseguir igual grosor en todas las galletas al estirar la masa con el rodillo, yo utilicé uno que lleva unas gomas a los lados de diferentes grosores e intercambiables (el de la foto). Si no tenéis, basta con que coloquéis a ambos lados de la masa objetos de la misma medida (yo antes usaba libretas, jajaja).
• Es muy importante que la masa esté bien fría antes de utilizar los cortadores de las galletas.
• Los orificios que hacemos con las pajitas deben estar lo más alejados posible de los bordes de la galleta. Si no, se nos pueden romper con facilidad.
• Si queremos, podemos congelar (hasta dos meses) la masa de las galletas, envolviéndola bien en un film transparente. Para reutilizarla, la sacamos a temperatura ambiente hasta que se descongele y esté un poco blandita. La amasamos de nuevo y listo!!
• Nunca utilizaremos claras de huevos frescos para hacer la glasa. Tened en cuenta que no se van a cocinar y corremos riesgo de infección por Salmonella. También podéis encontrar (en tiendas especializadas) albúmina deshidratada; en ese caso sustituiríamos la clara por una cucharadita colmada de la albúmina, que deberemos hidratar previamente con 3 cucharadas de agua.
• La glasa se conserva (en el recipiente hermético y con el film) durante 1-2 semanas dentro de la nevera. Suele ocurrir que, pasados unos días, se forme un líquido en nuestra glasa. Es normal. Para volver a utilizarla, sólo hay que ponerla un ratito a temperatura ambiente y batirla hasta conseguir la textura de nuevo.

Evidentemente, cada decoración dependerá de la forma del molde que hayáis escogido para vuestras galletas. Con un poco de práctica y paciencia podréis arriesgar más y realizar diseños como estos: 

Os ha gustado!!! La verdad es que la glasa tiene muchísimas posibilidades y se pueden realizar proyectos alucinantes. Si os interesa el tema, no os preocupéis. Poco a poco iremos hablando más de ello.

Ahora espero que intentéis hacerlas y me lo contéis pronto. Si queréis, me podéis mandar vuestras fotos de galletas navideñas y luego las muestro en la siguiente entrada que cuelgue. ¡¡¡Me encantaría!!! Además así veríais que no es tan difícil y que se puede hacer. Sólo hace falta un poco de paciencia e ilusión.


Os espero !!! Un besin y sed buen@s.           

PD: Buena la hice!!! Ahora tengo todo el día a mi perrita Lola intentando subirse al árbol a comer las galletas. He tenido que ponerlas todas en la parte más alta. JAJAJA. Tan golosa como su dueña!!!